La Marina brasileña realizó una convocatoria abierta, cuyo plazo finalizará el 26 de julio, con el fin de identificar a las empresas interesadas y capaces de proporcionar tareas especializadas en servicios técnicos, de asesoramiento y de formación a la Dirección de Ingeniería Naval (DEN) en el contexto del llamado Emprendimiento Modular para el Período de Modernización del Navío “São Paulo” (EMProModNAe). El pasado mes de marzo, el ministro brasileño de Defensa, Celso Amorim, informaba que la construcción de un nuevo portaaviones para la Armada de Brasil se demoraría unos 15 años: "La idea es que pueda ser construido en Brasil, probablemente en base a otro ya existente, dentro de 15 años y con un socio extranjero", declaraba entonces. Amorim precisó en aquel momento que, mientras tanto, se sometería a actualizaciones el A-12 “Sao Paulo”. Este portaaviones, buque insignia de la Marina de Brasil, con 265 metros de eslora y 33.000 toneladas de desplazamiento, fue adquirido a Francia en el año 2000, en cuya Marina entró en servicio en 1960. Varios incidentes en el último quinquenio, incluyendo incendios y principios de incendio a bordo, describen una trayectoria no muy exitosa en la Marina brasileña.
Tras su reducido precio de compra, unos 12 millones de dólares, se esconde una factura mucho más amplia que, en su momento, repotenció y modernizó el navío para su incorporación a la Marina de Brasil, donde dobla en velocidad y capacidad para portar aeronaves al NAeL “Minas Gerais” (A-11). En julio de 2010, el “São Paulo” volvió a la flota activa, revitalizado y con algunas mejoras para las cuales se invirtieron decenas de millones de dólares. Kilómetros de tuberías de agua, vapor y combustible fueron reemplazados, asfaltándose toda su cubierta, realizándose obras estructurales en las cubiertas internas y externas, como en las las catapultas y los sensores. Lejos de ser el orgullo nacional que se pretendía, el buque ha sido un costoso quebradero de cabeza en el que en diez años se han más de 90 millones de dólares. El proceso para su modernización que ahora se licita se divide en varios capítulos. El primero abarca los sistemas de propulsión de vapor, que incluye líneas de la cuadrícula, rodamientos, la lubricación y el sistema de enfriamiento y las turbinas de vapor del portaaviones.
En otro paquete se han incluido sistemas auxiliares como el sistema de aire comprimido, el sistema contra incendios, la transferencia y recepción de lubricante y combustible líquido, sistemas hidráulicos, la generación y distribución de vapor y el sistema de catapulta y detención de aeronaves. Un tercer paso es el de los contratos, los actos preparatorios o previos y los actos a realizar por contrato fiscal relacionados con el portaaviones que son de la competencia de la Dirección de Ingeniería Naval. Los objetivos del proyecto de modernización del “São Paulo” son conseguir para la Administración Pública Federal la asesoría necesaria en temas relacionados con la modernización del portaaviones, minimizando la posibilidad de fallas y demoras, el uso indebido de recursos públicos y el incumplimiento de las órdenes que surjan de las autoridades navales o de los objetivos fijados dentro del Programa de Modernización. El proceso que se inicia ahora se estima durará varios años, existiendo algún grado de escepticismo debido a los numerosos problemas que ha sufrido el buque a lo largo de su periplo brasileño.
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