El F-3, mas conocido como ATD-X y primer avión furtivo de fabricación nacional de Japón, tiene programado realizar sus primeros vuelos de prueba este verano, informa el Daily PLA, un medio de comunicación con sede en China del Ejército Popular de Liberación. Si las pruebas tienen éxito, el F-3 representará un gran avance para Japón en términos de capacidades furtivas y motores de alta potencia, según el informe. El caza avanzado de quinta generación, que se origina en el programa japonés ATDX para un dmostrador experimental de tecnología avanzada, ha sido diseñado para ofrecer un rendimiento superior en cuatro indicadores principales: Capacidad de sigilo, velocidad de supercrucero, super-maniobrabilidad, y avanzados sistemas de aviónica integrados. En términos de tecnología de sigilo, se dice que el exterior del F-3 contará con materiales absorbentes que pueden reducir la reflexión al radar. Aparte de evadir la detección de radar, el avión también tiene como objetivo eliminar las señales de la luz visible, las señales electrónicas, el calor y el ruido con el fin de minimizar la detectabilidad. La capacidad de vuelo a velocidad de supercrucero del F-3 se basará en sus 2 motores de alta potencia co-desarrollado por la japonesa IHI y el Instituto de Investigación y Desarrollo Técnico del Ministerio de Defensa del país. Según informes, el motor contará con con el turboventilador XF5-1 y materiales cerámicos compuestos altamente resistente al calor. Por lo general, los aviones de combate tienen que hacer un compromiso entre el sigilo y la maniobrabilidad, pero el diseño del F-3 se dice que es capaz de resolver el conflicto. El avión ha sido diseñado para ser polivalente, y cuenta con alas en forma de diamante sin empenaje. También se han tomado elementos ventajosos de otros aviones de combate americanos, con una toma de aire similar a la del X-32 y una cola en forma de Y que se asemeja a la YF-23. La aviónica del F-3 integra un radar de disposición en fase activa de alto rendimiento, sistemas de guerra electrónica y sensores RF de múltiples funciones, con cables de fibra para permitir el control de la movilidad, y un radar mejorado para ampliar el área y alcance de detección. A pesar de su impresionante diseño, el F-3 aún enfrenta muchos obstáculos prácticos antes de que pueda convertirse en una realidad, dijo el Diario del EPL. Los investigadores todavía están explorando las capacidades del motor y siguen tratando de resolver problemas relacionados con los compresores y quemadores de un motor de tan alta potencia. El hecho de que los motores del más viejo F-2, que son menos potentes que los de la F-3, hayan funcionado correctamente durante los vuelos, con reportes de fuertes vibraciones a altas velocidades, demuestra que la tecnología del motor de Japón no está suficientemente madura, añadió el Daily PLA. los sistemas de aviónica de la aeronave también son problemáticos, ya que se divide en software y hardware, y la falta de experiencia de Japón frente a flujos de aire complejos podrían hacer que el sistema sea vulnerable a las malas condiciones meteorológicas. El sistema hidráulico también se cree que es una preocupación para un caza stealth diseñado para ser tan ágil. Además, la tecnología de materiales ha llegado a un cuello de botella. Los F-15 fe fabricación estadounidense por ejemplo, tienen una proporción de titanio alta, un 26,5%, pero no es práctico para Japón simplemente copiar a los estadounidenses, a pesar de que el primero es totalmente dependiente de las importaciones de estas materias primas. El desarrollo del F-3 tiene un significado estratégico importante para Japón, dijo el Diario del EPL. Por un lado, el avión representa el resurgir de la industria de la aviación japonesa en el ámbito militar, y representa una demostración de fuerza contra China, especialmente teniendo en cuenta los esfuerzos de Tokio para levantar su prohibición constitucional contra la legítima defensa colectiva. Por otro lado, un exitoso programa del F-3 mostraría que Japón puede valerse por sí mismo en el desarrollo de un caza superior. Japón ha sido sobre-dependiente de los EEUU en el desarrollo de aviones de combate en el pasado, lo que hace desfasada su propia tecnología. La actitud reservada de los Estados Unidos hacia Japón ha llevado al suspenso en la cooperación bilateral en múltiples ocasiones, por lo que el F-3 podría llegar a ser una moneda de cambio en las negociaciones futuras.
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