martes, 10 de diciembre de 2013


La producción del Super Hornet está en el aire

Boeing debe decidir en marzo de 2014 si continúa la inversión de millones de dólares para continuar la producción del F/A-18, según ha informado un alto ejecutivo de Boeing, haciendo hincapié en su confianza en que habrá suficientes pedidos para mantener el avión en producción hasta después de 2020.
Boeing invirtió recientemente cantidades importantes en las nuevas herramientas para reducir el costo de la construcción de aviones en su fábrica de St. Louis, Missouri.
Boeing ha programado cerrar su línea de producción en 2016. Boeing y sus aliados lanzaron una campaña para presionar a los militares de EE.UU para comprar más Super Hornet a un costo de alrededor de  entre 51 y 52 millones de $ por avión, incluyendo los motores, radares y equipos de guerra electrónica, aprovechando que el F-35C no estará listo para su uso hasta 2019.
La producción del caza incluye elementos como el titanio, que debe comprarse mucho antes del inicio de la producción, lo que significa que Boeing podría tener que pagar por estos artículos antes de un pedido en firme de la marina o de compradores extranjeros para asegurar que la aeronave se construya a tiempo.
Boeing también está promoviendo las ventas al exterior de los aviones de guerra a Canadá, Dinamarca, Brasil, Malasia, Kuwait y otros países de Oriente Medio, pero los ejecutivos admiten que no hay presupuesto para más aviones de la marina y varios concursos extranjeros han sido aplazados.
La evolución de la Hornet al Super Hornet fue un "gran éxito para la Armada", y aumentó la carga útil, el alcance y la protección para ayudar al avión a sobrevivir a los ataques, manteniendo los objetivos de costo y programación, según informa el capitán de navío Frank Morley.
La Marina está considerando cambios adicionales, incluyendo la adición de los tanques de combustible de conformación que podría reducir la resistencia y mejorar el rango de la aeronave dentro de 130 millas.
Randy Forbes, un miembro clave del Comité de Servicios Armados de la Cámara, pidió la semana pasada al secretario de Defensa Chuck Hagel continuar la producción de estos aviones hasta el año 2016, teniendo en cuenta el impacto en la base industrial antes de que termine el programa.
Los aliados de los EE.UU. no han previsto en sus presupuestos el cierre y la conservación de herramientas, un proceso que normalmente cuesta varios cientos de millones de dólares, dijo Mike Gibbons, vicepresidente de los programas F/A-18 E/F y EA-18 Growler.
Gibbons dijo que la compañía estaba buscando maneras de reducir costos en la planta de St. Louis después de 2016, la combinación de las líneas de producción de F/A-18 Super Hornet y F-15E podría ayudar a reducir costes.

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