Las recientes restricciones a la FAF limitan la capacidad de reacción de los cazas F-18
El presidente finlandés, Sauli Niinistö, reconoció en una entrevista que la Fuerza Aérea no fue capaz de reaccionar a la violación del espacio aéreo por parte de dos aviones rusos el pasado 20 de mayo. Al parecer no había aviones en estado de alerta porque se quería reducir el número de horas de vuelo y horas extraordinarias, por lo que solo se puedo responder a esta situación cuatro horas después de la detección.
El presidente reconoció que los recursos con los que cuenta las fuerzas armadas son obviamente escasos. El presidente confirmó que no hay constancia de que aviones finlandeses hayan violado el espacio aéreo ruso y declinó hablar del estado de la flota de aviones de combate F-18 de la Fuerza Aérea.También se incidió en el continuo debate sobre el ingreso de Finlandia en la OTAN y confirmó que no ha considerado la plena adhesión a la Alianza, puesto que la frontera de Finlandia con Rusia supondría duplicar la que actualmente tiene la OTAN con Rusia. En cualquier caso Niinistö cree que la decisión sobre la plena adhesión debería ser decidida en un referéndum.
El 29 de mayo se anunció la clausura de la investigación oficial de este incidente hasta que el Ministerio de Asuntos Exteriores reciba una identificación formal solicitada a Rusia. La primera de las intrusiones se produjo a las 17:06 supuso la entrada de un Antonov An-26 en el espacio aéreo finlandés durante tres minutos. La segunda tuvo lugar a las 17:57 y supuso que un Tupolev-154 entrara 19 millas en el espacio aéreo finlandés durante seis minutos.
Horas después de la primera intrusión, un tercer avión ruso fue detectado aproximándose a la costa sur de Finlandia pero este si pudo ser interceptado por dos aviones desplegados por el Mando Aéreo.
Las autoridades intentaron restar importancia a este incidente achacándolas a errores de navegación de estos aviones que probablemente fueran de la Flota Militar del Mar Báltico que tiene bases en Kaliningrado y Konstadt. Precisamente la comunicación con el enclave de Kaliningrado supone el uso de un corredor aéreo relativamente estrecho.
Sin embargo estos hechos pueden ser interpretados en clave estratégica. Finlandia mantiene una importante relación económica con Rusia pero la diplomática se ha visto alterada desde la crisis de Ucrania y la posterior adhesión de Crimea. Rusia no ve con buenos ojos el acercamiento de Finlandia a la OTAN y no ha recibido bien las críticas del gobierno finlandés al papel ruso en la crisis de Ucrania. La intrusión tuvo lugar el mismo día que las Fuerzas Armas finlandesas realizaban un ejercicio a gran escala en el que participaban medios terrestres, aéreos y navales. Rusia podría estar incluso evaluando la capacidad de la respuesta de la defensa aérea finlandesa.
En la actualidad la relación Finlandia con la OTAN se desarrolla a través del Partenariado. La cooperación con la OTAN incluye las misiones de paz desde 1994, incluyendo la participación en misiones como las de Afganistán o Kosovo. En abril Finlandia anunció la intención de firmar un Memorandum of Understandig con la OTAN que implicaba la llegada de asistencia militar y la ayuda en mantenimiento de la OTAN, aunque el propio ministro de Defensa incidió en que no constituía un paso hacia la adhesión.
Sin embargo el apoyo público a la plena adhesión a la OTAN es bajo según los repetidos sondeos, siendo un tema de debate principal cada vez que hay elecciones en el país. En junio de 2013 se hicieron encuestas que revelaban un 52% de apoyo al ingreso, con un 29% en contra y un 19% de indecisos. En marzo de 2014, en plena crisis de Crimea, el apoyo sorprendentemente se redujo al 22%. Ningún partido político apoya abiertamente el ingreso pero precisamente Ninistö cuando era candidato de la oposición en las elecciones de 2006 apoyo que Finlandia participara en una “OTAN más europea”.
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