domingo, 27 de abril de 2014



Días después de la simulaciones de ataque de un bombardero ruso Su-24 al destructor estadounidense Donald Cook, Rusia anuncia que el prometedor caza T-50 (PAK-FA) tendrá el nuevo sistema de guerra electrónica 'Guimalái'. La noticia sobre el nuevo sistema de guerra electrónica la dio el consejero delegado de la empresa rusa Signal, fabricante de este equipo, Alexánder Lógvinov. Sin embargo, Lógvinov evitó aclarar los plazos de suministro y la cantidad de sistemas que se han solicitado.
Ya se conocía que la empresa Sukhoi había entregado a la Fuerza Aérea rusa el primer prototipo del T-50 para las pruebas estatales. Se estima que la primera fase de estas pruebas finalizará en 2015 y que en 2016 la primera serie de aeronaves llegará a la Fuerza Aérea. Hasta la fecha, el Ministerio de Defensa ruso ha hecho un primer pedido de 60 cazas furtivos T-50. La demanda total de estos aviones hecha por la Fuerza Aérea Rusa se estima entre 150 y 200 unidades.

Guerra electrónica: ¿por qué se da tanta importancia a este evento?

El sábado de 12 de abril de 2014, un bombardero Su-24 de la Fuerza Aérea rusa realizó vuelos rasantes sobre el destructor estadounidense Donald Cook que acababa de entrar en el mar Negro en relación con la crisis de Ucrania equipado con un novísimo sistema antiaéreo y armado, entre otros, con misiles de crucero Tomahawk. El lunes 14 de abril, el Pentágono realizó una declaración muy emocionante en la que el portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, el coronel Stephen Warren, hizo una serie de comentarios al respecto. Warren calificó las maniobras del avión ruso (que no portaba armas en sus pilones exteriores, cosa que vieron los marineros del buque) de aterradora e inaceptable, ya que desmoralizaron a la tripulación de la nave e impactaron negativamente el clima psicológico general. Unas declaraciones tan emocionales, casi histéricas, hicieron que varios expertos pensaran en algo muy extraño detrás de ese incidente, que por cierto, resulta bastante frecuente entre ambas las flotas, que no son 'amigas'.
Y es verdad: ¿Cómo pudo haber 'desmoralizado' a la tripulación de un buque especializado en defensa antiaérea este veterano ruso, desarrollado en la época soviética, y encima desarmado? Los expertos casi coinciden en la respuesta, que incluye también un 'topónimo' al igual que Guimalái: está vez se trata de Jibiny (o 'Hibiny', macizo montañoso en el norte de Rusia), el más sofisticado sistema de guerra electrónica ruso que se instala en aviones de combate y que se usó en el Su-24 durante las recientes maniobras realizadas en Buriatia, este de Rusia. En la red circulan especulaciones de que el Su-24, al llegar a la proximidad inmediata del Donald Cook, puso en marcha el sistema Jibiny y toda la defensa antiaérea del destructor quedó fuera de servicio. La indefensión y la conciencia de la propia debilidad contra eventuales ataques aéreos explicarían que 27 personas de la tripulación solicitaran la baja en el servicio (teóricamente).


(NOTA PERSONAL: La teoría del empleo del sistema de guerra electrónica en el Su-24 no tiene sentido por varias razones. Para empezar, el avión se acercó a baja cota a un destructor sin protección aérea, por lo que este no lo podría detectar hasta el último momento, y no estaban en guerra, así que el imperativo fundamental era decirle al avión que se marchara, dejando la posibilidad de atacarlo como último recurso. Ademas, el hecho de que tu buque quede indefenso en esas circunstancias no es motivo suficiente para que 27 tripulantes pidan la baja)

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