El 29 de enero, dos bombarderos estratégicos Tu-95 Bear de la Fuerza Aérea Rusa, desplegados en la base Engels, completaron con éxito una misión de 19 horas sobre aguas neutrales cerca de Barents, el Mar de Noruega y el Océano Atlántico.
Los Bear, acompañados por interceptores MiG-31 Foxhound e Il-78, fueron interceptados y escoltados varias veces por Typhoon de la RAF, F-16 noruegos y Mirage 2000 franceses en diversas etapas de su viaje.
De que de acuerdo con la Oficina de Prensa e Información del Ministerio de Defensa de la Federación Rusa "Todos los vuelos de la la Fuerza Aérea se llevaron a cabo en estricta conformidad con las normas internacionales sobre el uso del espacio aéreo sobre aguas neutrales, sin violar la fronteras de otros estados", durante su patrulla, los bombarderos estratégicos volaron muy cerca del espacio aéreo del Reino Unido, 'interrumpiendo la actividad de la aviación civil'.
Los Tu-95 volaron a solo 25 millas del Reino Unido sin presentar un plan de vuelo (FPL), sin contacto por radio con los organismos británicos ATC y, obviamente, sin transpondedor, por lo que fueron interceptados por aviones Typhoon desplegados en las bases de la RAF de Lossiemouth y Coningsby, apoyados por un avión cisterna Voyager.
Esta no era la primera vez que los bombarderos rusos bordearon el espacio aéreo del Reino Unido y que no será la última. Sin embargo, el Reino Unido convocó al embajador de Rusia después de este último 'peligros' episodio.
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