Radar chino JYL-1
El culebrón de la defensa aérea peruana continuará...
El tercer proceso fue objeto de controversia al darse a conocer que entre el 10 y 15 de junio una delegación del Ministerio de Defensa (MINDEF) formada por el Director General de Administración: Contralmirante AP Ernesto Lermo Rengifo y la Jefa de la Oficina General de Asesoría Jurídica: Paola Lobaton, habían visitado Roma (Italia), donde sostuvo una serie de reuniones técnicas con la Dirección Nacional de Armamentos del Ministerio de Defensa italiano a fin de “proseguir con las negociaciones para la adquisición de los Sistemas de Defensa Aérea”. Esto a pesar de que no existía en curso ninguna convocatoria para un Proceso de Selección Internacional y que los Requerimientos Técnicos Mínimos (RTM) que rigieron durante los procesos anteriores habían sido modificados sin sustento técnico alguno. Las negociaciones estaban referidas al suministro de 3 Radares de Vigilancia RAT-31DL/M de 400 km. de alcance instrumental y 2 RAT-31SL 3D (de 450 km de alcance), así como 3 Baterías de Misiles MBDA SPADA 2000 Plus por un monto de 150 millones de euros.
Así las cosas, a mediados de agosto el MINDEF designo un Comité Evaluador Técnico Operacional (CETO) al mando del Teniente General FAP Héctor Mosca Sabate (Comandante de Control Aeroespacial) que necesitó tres meses en determinar que el Sistema de Defensa Aérea propuesto por la Republica Popular China: Los radares JYL-1, las baterías de misiles HonQi HQ-12 (KS-1A) y MANPADS QW-18 eran los que más se adecuaban a los requerimientos operacionales de la Fuerza Aérea. Además, su propuesta económica se ajustaba al monto referencial de 156,8 millones de dólares. Las propuestas técnico-económicas de Israel, Italia y Rusia, así como del Consorcio conformado por Indra (España), Diehl Defence (Alemania) y LG NEX1 (Corea del Sur) fueron descartadas, no por el aspecto técnico, sino debido a que excedían largamente el valor referencial.
Ante este escenario, a la Fuerza Aérea solo le quedaría, vía Grupo de Defensa Aérea (GRUDA), definir a la brevedad sus requerimientos operacionales y realizar un nuevo estudio de mercado (acorde con los avances tecnológicos), evaluar si opta por adquirir en procesos independientes y secuenciales los radares 3D, baterías de Misiles y MANPADS, y determinar en un adecuado el real valor referencial. Adicionalmente, la Fuerza Aérea deberá invertir unos 5 o 6 millones de dólares en modernizar el Puesto de Comando y Control que fue suministrado por Indra en 2002. Este Puesto de Comando y Control, que en su momento fue considerado el más moderno de Sudamérica, permite al Comando de Operaciones (COMOP) recibir y procesar en tiempo real la información sobre las aeronaves, tanto amigas como enemigas, en el espacio aéreo y coordinar la defensa aérea.
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