martes, 17 de marzo de 2015

Dassault Mirage 2000C de los Emiratos Árabes Unidos


Además de la variedad de los escuadrones de la USAF, el ejercicio de combate aéreo celebrado del 2 al 13 de marzo de 2015 en la Base Aérea Nellis, Las Vegas, contó con la participación internacional de un E-3 Sentry de la OTAN, F-16 de la Real Fuerza Aérea Noruega (RNoAF), Mirage 2000 de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), ademas de aviones T-38 de la USAF desplegados en la Base Aérea Randolph, y F-16CM de la base aérea de Aviano, Italia. Un listado de las unidades participantes se encuentra en el comunicado de la Fuerza Aérea. El Teniente Coronel Stodick explicó que la mayoría de los participantes virtuales fueron alojados en simuladores de Kirtland AFB, NM, e incluyen una tripulación completa del JSTARS, que envió información de destino de tierra virtual para que las tripulaciones aéreas respondieran. Otras unidades no identificadas participaron de forma virtual, y mientras que el ejercicio "físico" se llevó a cabo sobre los 15.000 kilómetros cuadrados de Pruebas de Nevada (NTTR), el componente virtual añadía una dimensión mucho más amplia para el ejercicio, que cubría unos 1.320.000 kilómetros cuadrados virtuales. Esta combinación de Red Flag y Virtual Flag pretende la formación de las tripulaciones en la llamada FASU LVC (Live Virtual Constructive). El LVC no sólo reduce el costo del ejercicio, sino que aumenta la participación, el alcance y la complejidad. Es toda una dinámica de formación extraordinaria que utiliza el estado de la red y los activos de comunicación para proporcionar la experiencia más completa de guerra aérea en el planeta. Cada Red Flag tiene su propio cometido, y en este caso es de interés señalar que no hay F-22 involucrados, y que tres baterías de misiles Patriot fueron desplegadas en el rango como parte de la Fuerza Azul, con más unidades desplegadas "virtualmente". El Red Flag continúa evolucionando, con el Red Flag 2015-1 destacando las misiones de ataque de los F-15E Strike Eagle, y en el 2015-2 concediendo mayor importancia a los T-38, así como las misiones voladas por la B-1B y EA-6B. Se prevé que en el futuro los Red Flag sigan siendo ampliados con unidades virtuales. No se requerirá que estas unidades aprendan tácticas aéreas como tales, pero se les darán perfiles de misión familiares para representar con éxito un escenario de guerra aérea moderna. Para aquellos que han disfrutado con el colorido de los F-15C agresores, este será probablemente el último Red Flag en el que los F-15C se utilicen en el papel de 'Agresores Aéreos Rojo' (muchos de los cuales habían trasladado al 64º Escuadrón Agressor (AGRS) después de que el 65º fuese disuelto en 2014). La acción no se limita a las unidades de combate aire-aire y aire-tierra. El personal de rescate participó en las misiones con los helicópteros HH-60G y los cuatrimotores de carga HC-130 procedentes de Moody AFB, GA. El Mayor Goodale, del 38º Escuadrón de Rescate, describió las misiones de rescate, que deben abarcar un conjunto mucho más amplio de la misiones: "Preparar, Localizar, Soporte, Recuperación y Reintegrar". No hay duda de las tripulaciones de vuelo vuelan con gran confianza de conocer y experimentar el conjunto de capacidades que estos especialistas aportan a la lucha. El personal de mantenimiento tiene el reto de superar obstáculos únicos como el trabajo con repuestos limitados, o acceder a algunos puntos de las aeronaves de difícil acceso. Las tácticas siguen evolucionando, y los participantes deben calcular con cautela las tácticas a seguir en cada misión. Cada día alberga un escenario único, tal vez una respuesta a una superpotencia internacional que se apodera de una pequeña nación vecina, la defensa ante un ataque, situaciones con rehenes, o un conflicto regional localizado en una nación gobernada por un régimen tirano. En cualquier caso, los ejercicios representan la realidad del mundo al que nos enfrentamos hoy en día. Por ejemplo, un día los F-16 azules atacaron desde el este y comprometieron a los rojos en un combate aire-aire sobre la parte sur de una cordillera. Con los controladores aéreos rojos llamando a la intercepción, los B-1B volaron en misiones de ataque por encima de 20.000 pies. Dispararon sus misiles, destruyeron el centro de mando y control dejaron a ciegas a los agresores. Las aeronaves tuvieron que romper contacto para el reabastecimiento en vuelo desde un KC-135, o para rearmarse y volver a la lucha. Mientras tanto, en el norte, dos pares de Mirage 2000 de los EAU volaban en círculos al noroeste en lo que parecía ser una patrulla aérea de combate (CAP). Con el apoyo de estos Mirage 2000, y sólo un poco más al norte, dos B-52H procedentes de Minot AFB volaron siguiendo un patrón de pista de carreras, manteniéndose lejos de las armas tierra-aire del enemigo. Los B-52 no emplearon municiones inteligentes en este Red Flag, y estaban configuradas para llevar bombas convencionales. Los ejercicios como el Red Flag tienen un gran parecido con los conflictos modernos, y son dirigidos como tales, como las coaliciones que involucran a la integración de un amplio número de activos internacionales. En tales casos, la formación recibida en el Red Flag es esencial para prepararse para este tipo de implementaciones en el mundo real. El objetivo del Red Flag ha sido el de proporcionar a los participantes 10 experiencias de 'misión de combate' antes de entrar en el combate propiamente dicho, y como tal, aumentar en gran medida el rendimiento y la capacidad de supervivencia de los participantes. Este enfoque ha demostrado un enorme éxito en asegurar que las fuerzas estadounidenses y de la coalición estén más preparadas para sobrevivir a los conflictos a los que se enfrentan.

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