viernes, 20 de marzo de 2015

F-16 de la fuerza aérea belga


Hace un par de semanas, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos firmaron un acuerdo que tiene por objeto regular las operaciones de defensa aérea conjunta realizadas en sus espacios aéreos. Firmado por los Ministros de Defensa de los Países Bajos y Bélgica, y el embajador de Luxemburgo en Holanda, el acuerdo, que ratifica que los países firmantes se turnarán en las tareas de vigilancia aérea, es un seguimiento de una carta de intención firmada por los países en octubre de 2013, que tendrá que ser ratificada por los respectivos gobiernos. Un proceso que podría tomar alrededor de un año de acuerdo con IHS Jane. El memorando se puede tratar como un precedente por otros estados miembros de la Unión Europea, cuyo fuerzas aéreas, como consecuencia de los cada vez mas reducidos presupuestos de defensa, carezcan de algunas capacidades (básicas), incluyendo la capacidad de proteger la soberanía de su espacio aéreo durante todo el día. Sin embargo, esto no es nada nuevo en Europa, donde las armas aéreas están tratando de abrazar el concepto de 'puesta en común e intercambio de medios' para ahorrar algo de dinero, como son las misiones de Policía Aérea que efectúa al OTAN sobre los Países Bálticos e Islandia. De todos modos, los países del Benelux están dispuestos a comenzar la operación conjunta de seguridad del espacio aéreo a partir de 2017. Según el informe de IHS Jane, las fuerzas de combate de Bélgica y los Países Bajos defenderán ambos países, proporcionando la 'Rápida reacción en caso de Alerta (QRA). Obviamente, no sólo las operaciones defensivas cubren el tema de las amenazas militares, pero también incluyen la intercepción de aviones que invadan el espacio aéreo. Esto significa un nuevo esquema de vigilancia aérea, que se ejecutará el próximo año. Sus implicaciones legales son bastante interesantes. Según Jane, los belgas serían capaces de pedir a los cazas holandeses que derriben intrusos en el espacio aéreo de Bélgica, y del mismo modo, los F-16 belgas podría ser autorizado para neutralizar tal amenaza en el espacio aéreo holandés. Este es un precedente en la legislación europea. Por lo tanto, se necesita más tiempo para discutir la naturaleza jurídica de la nueva operación. Por ejemplo, de acuerdo con euobserver.com, las autoridades de Luxemburgo ya han excluido cualquier uso de la fuerza letal sobre su territorio. Cuando se trata de Luxemburgo, la situación aquí es bastante similar a la de Lituania. El país no tiene fuerza de combate relevante, por lo tanto, se requiere la ayuda de los vecinos para proporcionar la vigilancia aérea. La situación referente al equipo es también interesante, ya que la Real Fuerza Aérea de Holanda está a la espera para reemplazar sus F-16 por los F-35, que probablemente se retrasará debido a los problemas relacionados con el programa JSF. Los belgas van a reemplazar sus F-16 también. Aquí el Rafale es un candidato viable, aunque las operaciones de Policía Aérea conjunta pueden dar lugar a diferentes opciones (incluyendo el F-35). Y lo que es más, no podemos dejar de notar que la iniciativa de Policía Aérea Conjunta está probablemente dirigida a reforzar las capacidades del Benelux para disuadir a posibles intrusos rusos, que hasta ahora no sólo han estado activos en la zona del Báltico, sino también dentro del espacio aéreo del Reino Unido y, a menudo, han bordeado el espacio aéreo holandés.

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