sábado, 4 de octubre de 2014



La Fuerza Aérea Sueca opera un par de aviones Gulfstream IVSP, conocido en el servicio sueco como S102B Korpen, utilizado para ELINT (inteligencia electrónica).
El avión, con base en el reactor de la empresa estadounidense Gulfstream, pero equipado con sensores de escucha, realiza misiones de vigilancia en el Mar Báltico. De acuerdo con la Fuerza Aérea Sueca, durante esas incursiones, los Korpens vuelan en el espacio aéreo internacional, con sus transpondedores encendidos, y regularmente transmiten su posición a la agencia de control de tráfico aéreo civil relevante, tanto nacional como, en caso necesario, a las extranjeras.
Sin embargo, según a informado por el medio de comunicación sueco SvD Nyheter , los aviones casi siempre son interceptados por aviones de combate rusas en Alerta de Reacción Rápida de la base aérea rusa en el enclave de Kaliningrado.
La mayoría de veces estos encuentros son cosas de rutina, algo que ha ocurrido en el espacio aéreo internacional en todo el mundo desde hace varias décadas. Sin embargo, los funcionarios suecos que hablaron con SvD explicaron que el comportamiento de los Su-27 Flanker que son enviados para interceptar a los Gulfstreams se han convertido cada vez más agresivos.
El incidente más peligroso ocurrió el 16 de julio, entre Gotland y Letonia, cuando un Su-27 Flanker, armado con 6 misiles aire-aire, interceptó a uno de los dos jet y voló demasiado cerca, como a 10,7 metros del avión.
Incluso no habiendo riesgo real de colisión, el incidente puso de relieve un comportamiento que el ejército sueco no había visto en los años anteriores, informó SvD. De hecho, los procedimientos internacionales recomiendan no volar más cerca de 50 a 150 metros de otros aviones durante intercepciones.
En realidad, esta no es ni la primera ni la última vez que un Flanker ruso realiza una intersección peligrosa a avión de vigilancia extranjero.
El 10 de abril de 2012, un P-3 Orion noruego que volaba sobre el mar de Barents se encontró con una MiG-31 Foxhound ruso: la tripulación noruega inicialmente observó que los Mig-31 cubrieron 2 veces al P-3, para luego desaparecer. Momentos más tarde, los aviones de combate rusos regresaron por detrás del avión de patrulla, tan rápido y cerca que hubo un serio riesgo de colisión en el aire.
El 23 de abril 2014, un RC-135U Sent de la USAF que volaba sobre el espacio aéreo internacional sobre el Mar de Ojotsk, al norte de Japón, fue interceptado por un Su-27 Flanker que voló a menos de 100 pies de distancia del avión estadounidense.
El 18 de julio (dos días después de la interceptación del Gulfstream sueco), un avión RC-135 Rivet Joint cruzó el espacio aéreo sueco para escapar de la intercepción de aviones de combate rusos.
Hay varios incidentes similares que no terminaron en colisión; Sin embargo, las colisiones en vuelo se producen de vez en cuando.
El 13 de septiembre de 1987, un P-3B chocó en pleno vuelo contra un Sukhoi Su-27 Flanker soviético sobre el Mar de Barents.
Aunque dañados, ambos aviones pudieron aterrizar con seguridad, pero todos los episodios que hemos recordado, desde el más antiguo al más reciente, el del Flanker ruso y el Gulfstream sueco, muestran lo peligroso que pueden llegar a ser los "encuentros cercanos".


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