miércoles, 22 de octubre de 2014



La fuerza aérea hindú a puesto en suspensión todas las operaciones de vuelo de la flota de cazas Su-30MKI tras la reciente accidente para no poner a sus pilotos en peligro. Los aviones no han volado desde hace una semana ya que uno de los aviones cayó cerca de Pune el 14 de octubre, lo que plantea interrogantes sobre el historial de seguridad del caza.
Alrededor de 200 Su-30MKI de doble motor y dos plazas son operados por la Fuerza Aérea India (IAF), lo que representa casi un tercio de la flota de cazas del país. Todavía deben incorporarse otros 72 aviones de este modelo. La IAF tiene sólo 34 escuadrones de combate en condiciones operativas, en contra de una necesidad de 44 (cada escuadrón tiene hasta 18 aviones).
Los cheques en curso, con especial énfasis en los asientos eyectables, se están realizando y los únicos cazas que regresan a las operaciones de vuelo lo hacen después de haberse chequeado aeronave por aeronave.
Cinco cazas Su-30MKI se han perdido en los últimos cinco años, y esto a hecho saltar la voz de alarma en el IAF, que ya tuvo que suspender los vuelos de la flota de al menos otras dos ocasiones. La decisión de suspender las operaciones de una flota de aviones se toma cuando no tienes ni idea de lo que hizo que el avión cayese. Preguntado si el Su-30MKI fue una elección dudosa para la India, el ex-comandante de la IAF Fali Major dijo que los aviones son esplendidos, pero que el IAF tiene que llegar a la raíz del problema. Los aviones son montados y reparados por la compañía HAL (Hindustan Aeronautics Limited).
El actual comandante de la IAF, el Mariscal del Aire Arup Raha, dijo el 4 de octubre (es decir, antes del accidente), que la flota de Su-30MKI estaba pasando por algunos problemas, aunque no los detalló. Una fuente dijo que la flota ha experimentado una alta tasa de fallas de motor en vuelo en los últimos dos años.


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