La última polémica gira en torno al reinicio de la fabricación del Tu-160
Las recientes declaraciones de funcionarios rusos sobre los planes para volver a iniciar la producción del bombardero estratégico Tupolev Tu-160, junto con otras adquisiciones anunciadas, están siendo vistas con escepticismo por varios expertos. Las dos razones más comúnmente citadas para estos son que la industria rusa carece de la cantidad de personal calificado necesario para soportar tantas adquisiciones que tienen lugar al mismo tiempo, y que la financiación disponible ni se cerca a la que sería necesaria. El ministro ruso de defensa, Yury Borisov, dijo a la prensa el 4 de junio que los Tu-160 de nueva fabricación serán esencialmente un nuevo avión debido a que los sistemas de a bordo serán mucho mas avanzados que los de la flota actual, que deriva de la aviónica original de los años 80. "Este avión se designará Tu-160M2", dijo, y agregó que, "de acuerdo a nuestros planes, lo más probable es que su entrega suceda en algún momento posterior a 2023". Además del plan los nuevos Tu-160, otra iniciativa pide la actualización de 130 interceptores Mikoyan MiG-31 a la configuración MiG-31BM. Esta actualización incluye la instalación de una nueva suite de aviónica, estaciones para la tripulación modernizadas con pantallas con tecnología de última generación, y un nuevo radar a bordo. Conocido como NIIP Zaslon-M, Supone una mejora del original, que fue el primer radar que incluía una matriz de escaneo electrónico pasivo (PESA), he incluirá una red de antenas ampliada en torno a 1,4 m de ancho, lo que aumenta el número de objetivos que pueden seguir de forma simultánea, que actualmente son 10. El alcance del radar contra blancos aéreos con la firma al radar típica de un caza será de 320 km, con capacidad para fijar un blanco a 280 kilómetros. Además, el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Rusia (VVS), coronel general Viktor Bondarev, también hace un llamamiento para la compra de un gran número de cazas Sukhoi Su-30MK, Su-35, cazas stealth T-50, cazabombarderos Su-34, y MiG-35. "La gente que emite esas órdenes todavía cree que estamos viviendo en la época soviética", dijo un analista con sede en Moscú del sector de la defensa rusa. "Sólo se hacen proclamas sobre toda una constelación de plantas oficinas de diseño y producción, y nadie está estimando el dinero necesario, o (peor aún) el cálculo de cualquier otra cosa como el costo de cada unidad que se crea". Una debilidad comúnmente citada del sector de defensa ruso de hoy es que la fuerza de trabajo es sólo una pequeña fracción de la que fue en la era soviética, con una caída proporcional en su capacidad. Tras una ronda de reducciones en el sector de defensa ruso, el número de personal que se encuentra en algunas de las agencias críticas de diseño se estima en menos del 10% de la que tenía en la de de 1980.
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