viernes, 6 de febrero de 2015

El Chengdu FC-1 Xialoang es la opción mas plausible


Argentina y China se preparan para formar un grupo de trabajo para estudiar la posible introducción en la Fuerza Aérea Argentina (FAA) un avión de combate chino, según se dio a conocer el 5 de febrero. El grupo de trabajo, que se debatió durante una visita de la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner a Beijing entre el 2 y el 5 de febrero, donde se habló de la posible transferencia de una amplia gama de equipo militar a Buenos Aries. El elemento principal de este equipo son o el Chengdu Aircraft Corporation (CAC) FC-1/JF-17 Thunder chino-pakistaní, o el caza CAC J-10 Vigorous Dragon. Antes de proceder a cualquier transferencia de aeronaves, el grupo de trabajo examinará como la FAA podría integrar dichas aeronaves en su inventario, y prestarles el necesario mantenimiento una vez en servicio. Argentina podría recibir 14 aviones de combate si la transferencia propuesta sigue adelante, aunque los plazos no han sido revelados.

ANÁLISIS

Desde hace algunos años, Argentina ha estado tratando de reemplazar su anticuada y cada vez más inoperable flota de cazas Dassault Mirage IIIEA, IAI Dagger, y aviones de ataque McDonnell Douglas A-4 Skyhawk por un avión mas moderno y capaz. La noticia del grupo de trabajo argentino-chino se produce semanas después de que se anunciara que Rusia había cortejado a Argentina con el posible arrendamiento de aviones de combate Sukhoi Su-24 'Fencer'. Mientras que el Ministerio de Defensa del Reino Unido tomó estos informes lo suficientemente enserio como para revisar la defensa de las Islas Malvinas, los Su-24 no tendrían ninguna utilidad real para la FAA, y parecería que cualquier propuesta de transferencia de dichas aeronaves sería el resultado de un juego político entre Rusia y el Reino Unido como consecuencia de la continua crisis en Ucrania. Las opciones barajadas hasta la fecha habían sido los Mirage F1 españoles, IAI Kfir israelíes y Saab JAS-39 Gripen E/F sueco fabricados bajo licencia en Brasil. Todos ellos parecen haberse estancado, ya sea por razones económicas o políticas (la compra propuesta del Gripen E/F fue vetada efectivamente por el Reino Unido, que fabrica muchos de los sistemas de la aeronave). El FC-1 / JF-17 chino también se ha promocionado previamente como una posible opción para la FAA, por lo que es interesante verlo mencionó una vez más en este reciente acuerdo argentino-chino. El J-10, sin embargo, no se ha mencionado en relación con la FAA antes.
Operativo desde 2006, los J-10 son similares a los 'Euro-canard' Gripen, Dassault Rafale, y los cazas Eurofighter Typhoon. El J-10 fue desarrollado con el apoyo tecnológico de Israel Airspace Industries (IAI), y se basó en el prototipo IAI Lavi, que era en sí mismo un Lockheed Martin F-16 Fighting Falcon con configuración 'Delta-Canard'. El J-10 es monomotor que alcanza una velocidad máxima de Mach 1,8, un techo de servicio de 55.000 pies (16.500 metros), soporta + 9 / -3 g, tiene un radio de operación de 300 millas náuticas (555 km; 345 millas) con combustible interno, y puede llevar una carga útil de 6.600 kg (14.550 libras) en 11 puntos de anclaje. El armamento está compuesto por los misiles de corto alcance PL-8 (Python 3 israelí), y los misles de medio alcance PL-11 (guía semi-activa) y el PL-12 (guía activa); además de los rusos Vympel R-73 y R-77. En el ámbito aire-tierra puede usar los misiles C-801 y C-802, el YJ-8K anti-buque y el YJ-9 anti-radiación, además de bombas guiadas por láser o de caída libre.También lleva un cañón de 23 milímetros, y puede portar diversos pods de aviónica. Se cree que la Fuerza Aérea Popular de Liberación (PLAAF) tiene un máximo de 300 J-10, y su inclusión en el inventario de la FAA representaría un impulso importante a la capacidad de Argentina.

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