F-35 fabricado para Australia
El Jefe del programa de 500 mil millones dólares Joint Strike Fighter dijo en el Pentágono que los intentos de los espías cibernéticos chinos para robar información clasificada sobre el proyecto habían fracasado. Y cualquier parecido físico entre los últimos aviones de combate de China y el JSF es puramente cosmético, según el jefe del programa JSF, teniente general Christopher Bogdan. Australia a firmado al compra de 72 cazas de 5ª generación construidos por el gigante estadounidense Lockheed Martin por 12.000 millones de dolares, pero se han planteado dudas acerca de la fuga de información, que habría ido a parar a China. Pero el general Bogdan dijo a News Corp ayer en Melbourne durante el Australian Airshow Internacional que toda la información expuesta por el traidor Edward Snowden vino de la industria y fue clasificada. "Por lo que yo sé, ninguna información clasificada se ha filtrado a manos equivocadas en este programa", dijo el general Bogdan. Durante una larga entrevista y sin mencionar a China, el nombre general Bogdan dijo que el avión adversario es indudablemente inferior al F-35. "Su avión apenas está listo para volar mientras que el nuestro acumula 27.000 horas de vuelo. El hecho de que el nuevo caza chino se parezca al nuestro no significa que por dentro sea como el nuestro" dijo. "Lo que hace de nuestro avión especial es la fuerza del sigilo, pero el interior y sus sensores son igual de importantes. La información es la moneda del reino". El general Bogdan también reveló que se había producido un descenso constante del 3% por año en el precio del JSF durante los últimos tres años. El precio actual es de unos 100 millones de dolares, y dijo que debería caer a 80 millones cuando las futuras aeronaves de la RAAF entren en estado operativo a partir de 2020. "Ese precio está empezando a acercarse a lo que cuesta comprar un caza de cuarta generación", dijo. Además del precio, el general pretendía imponer el ahorro de costes a lo largo de la vida útil del avión hasta un 30% (200 millones de dólares) para 2.400 aviones a lo largo de mas de 50 años. Más de 3.100 aviones stealth deben a ser construidos, incluyendo 1.763 para la fuerza aérea de Estados Unidos y 680 para la Infantería de Marina y la Armada. El primer JSF llegará a Australia en 2018 y la escuadra inicial estará operativa en 2020. El general Bogdan dijo que el proyecto estaba rastreando en términos de precio y horario. Sin embargo, otros aspectos como el sistema de mantenimiento, las actualizaciones de software, simuladores y los llamados "archivos de datos de misión" corren alrededor de seis meses de retraso. Empresas australianas ya han ganado cientos de millones de dólares en contratos por el JSF y dejan a Australia lista para convertirse en el centro de mantenimiento pesado regional del aparato, lo que beneficiará a la industria local en las próximas décadas. El general Bogdan dijo que el programa había pasado el punto de no retorno y que se convertiría en el avión de combate de quinta generación líder en el mundo.
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